¿Qué hacen un oficial ruso, un botánico, dos guías y dos cazadores juntos? Parece el principio de un chiste, pero no. Se preparan para coronar el Aneto.
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Los Locos
Es el verano de 1842 y Platon de Tchihatcheff, militar y explorador ruso, se está tomando un café en el idílico pueblo francés de Luchon. Piensa en el pico más alto del Pirineo, desconocido y codiciado por muchos alpinistas. Aunque algunos han estado cerca de conquistarlo, los collados, glaciares y crestas han podido con su empeño. Él será el próximo en intentarlo.
Tchihatcheff necesita ayuda pero no es fácil encontrar un equipo en Luchon. Nadie quiere sufrir la trágica mala suerte de alpinistas anteriores. Por fin consigue un grupo variopinto de franceses: 2 cazadores, 2 guías y 1 botánico. Cada uno igual de apasionado que el anterior y lo suficientemente locos como para acompañar a Tchihatcheff.
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La Ruta
Actualmente existen múltiples vías para llegar al Aneto: desde el Besurta por el Norte, desde Coronas por el Sur, desde Cap de Llauset o por las crestas de Salenques, Llosas o Estasen.
Pero en pleno siglo XIX todavía estaban en busca del recorrido más seguro. El equipo de Tchihatcheff lo descubrió. A día de hoy, con múltiples variaciones, sigue siendo un camino transitado por muchos.
El equipo empieza la ascensión donde hoy se encuentra el famoso Refugio de la Renclusa. Continúa hacia el suroeste pasando por la Brecha de Alba (2.677 m) y rodean la montaña evitando las temibles rampas heladas de la cara norte del Aneto. Llegan al Ibón de Coronas (2.750 m) y la belleza de las vistas en este punto los deja mudos.
Tras superar, con suerte, algunas pendientes del glaciar llegan al punto más crítico: el Puente de Mahoma. Ya pueden ver la cima, ¡está tan cerca! Pero los separa un estrechísimo paso de 40 metros, terriblemente vertical a ambos lados.
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¿Sabías qué…?
El Puente de Mahoma es todavía un gran desafío para aquellos que desean coronar el Aneto. Pero ¿sabes de dónde viene ese curioso nombre? Mientras miraban el paso y se armaban de valor para cruzarlo, Albert Franqueville, el botánico del grupo, recordó una leyenda musulmana. Dice que la entrada al paraíso “es tan estrecha como el filo de una cimitarra sobre la que sólo pasan los justos”.
Albert bautizó el paso. Luego se tragaron todos el vértigo y siguieron con la vista fija en su meta.
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La Conquista
La cima del Aneto, a 3.404 metros de altura, los recibió con la panorámica más majestuosa que el Pirineo puede regalar. 360º de horizontes infinitos, picos nevados y una paz ensordecedora. Fueron los primeros en experimentar una sensación que se ha repetido en los corazones de cientos de alpinistas de todo el mundo hasta la fecha.
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En Manaslu Adventures queremos que tú también vivas la experiencia que iniciaron este grupo de locos, por supuesto, con todas las seguridades y conocimientos que hemos conseguido tras casi 2 siglos repitiendo la ascensión. Una travesía que todo buen alpinista debe hacer al menos 1 vez en su vida.
¡Escríbenos, ajusta tus crampones y únete al grupo de este verano! -> Ascensión al Aneto, el techo del Pirineo
Para los más atrevid@s y fuertes: RETO VERANO 2020: Los 3 Grandes del Pirineo
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Fuentes: Aneto seguro / aramon / montipedia