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El día que todo cambió
Al norte de Katmandú en el pueblo de Langtang (3430m), vive Dawa, su esposa Targen y su hija. Después de muchos años de duro trabajo y esfuerzo, construyeron su entrañable casa donde solían hospedar a los excursionistas que visitaban el mágico Parque Nacional de Langtang.
Dawa:
El 25 de abril de 2015 Dawa está de camino a su casa en un autobús local cuando el terremoto empieza. 50 eternos segundos de auténtico pánico. En el segundo 51 el temblor se detiene pero los desprendimientos de tierra han bloqueado el camino. Dawa no puede volver a casa ni contactar con su familia. Empieza a caminar hacia Dhunche donde encuentra un puesto del ejército. Es casi de noche. Al día siguiente lo llevarán hasta su aldea pero ahora toca dormir. O intentarlo.
Targen:
Targen, la esposa de Dawa, está con su hija en casa cuando todo se empieza a derrumbar. Desde la ventana ve cómo grandes piedras ruedan desde la cima de la montaña. Sin dudarlo, coge a su hija en brazos y busca refugio junto a una enorme roca debajo de su casa. Una roca que las mantiene a salvo. Targen lo describe como si hubiera sucedido hace unos días. Recuerda a gente cayendo por acantilados, golpeados por piedras inmensas. El pánico y el trauma vividos permanecerán registrados en sus mentes para siempre.
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La incertidumbre tras el desastre
Dawa sigue en Dhunche sin poder dormir, pensando en su familia, perturbado por las constantes réplicas del temblor del mediodía. Por fin llega la mañana del 26 de abril y sube impaciente al helicóptero. Aterriza en lo que queda de la aldea de Langtang.
La devastación es total. Muertes y lágrimas desbordan el valle. Dawa se centra en encontrar a su familia y comienza a caminar sobre la tierra que cubre todo el pueblo. No hay tiempo para pensar en la tragedia que lo rodea, no hay tiempo para parar.
Por fin llega a su casa. No hay señales de su familia. Sólo piedras en el suelo… y cuerpos. Cuerpos bajo las rocas, por el acantilado, por todas partes.
Intentando controlar su desesperación, Dawa recuerda que desde el helicóptero, durante el vuelo, pudo ver gente en Goratabela (3030m), otro puesto militar a una hora de su casa. Empieza a correr, sorteando obstáculos y aguantando las réplicas del terremoto que siguen agitando el área cada pocos minutos.
Por fin llega a Goratabela y en mitad del caos divisa los rostros de su mujer y su hija. Su corazón salta y llora conmocionado. El alivio y la felicidad de encontrar a su familia es indescriptible. Pero se da cuenta de que faltan muchos, amigos, vecinos, más familiares. La situación es desoladora. La gente tiene miedo.
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¿Y ahora qué?
Pasan 4 días en Goratabela rezando para que ninguna de las réplicas les traiga otro derrumbe. Las noches son frías y no para de llover. Deciden trasladarse y caminan hasta Kenjing Gompa en busca de refugio. Situado a una altura de 3830 metros, Kenjing es el último pueblo al final del valle de Langtang. Como toda el área, el pueblo ha sido enormemente afectado por el terremoto.
Les anuncian que pronto llegará un helicóptero para evacuar a todos los aldeanos. Esperan durante otros 6 días mientras amigos, familiares, turistas, lloran la muerte de sus fallecidos, se ayudan mutuamente y se mantienen lo más fuertes posible. El siguiente destino es el campamento de Swayambhunath, a las afueras de Katmandú, donde permanecerán durante casi un año.
Swayambhunath
La vida en el campamento es dura. La familia de Dawa se instala bajo una carpa de lona y este será su hogar durante meses. Sus recursos para salir adelante son muy escasos. Tras unos días consiguen una olla para cocinar, un plato y una taza para cada uno. Las ONGs proporcionan comida durante los primeros meses.
Las situación es idéntica cuando el gobierno de Nepal y las organizaciones se olvidan de ellos. Desean volver a casa pero, además de no tener dónde ir, el clima en Nepal puede ser realmente peligroso. Los diluvios durante el monzón golpean fuerte la zona y el invierno es terriblemente frío. El camino en el valle de Langtang ha desaparecido, bloqueado por deslizamientos de tierra cada pocos metros.
Por fin llega la primavera de 2016 y el clima les da una tregua. Aprovechan, se arman de valor, recogen sus pertenencias y toman rumbo a Lantgang. No son los únicos. Les acompañan amigos y vecinos, decididos a recuperar su aldea. Comienzan a reconstruir lo que queda de sus casas.
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Humanidad y esperanza
Es mayo de 2016 y Berta está de trekking con dos amigos suyos por la zona. Saben que la catástrofe ocurrió hace más de un año pero el panorama que encuentran les hace sentir que fue hace pocas semanas. Sigue habiendo grandes deslizamientos de tierra aunque ya han conseguido hacer el camino accesible y las casas se están levantando poco a poco.
Así contaba Berta su experiencia en 2016:
El paisaje ha cambiado desde la última vez que vine en 2014 pero la magia sigue siendo la misma. Encontramos a Dawa y nos quedamos con él un par de días. Acaban de regresar y se dirigen a lo que queda de su casa después de las pujas (rituales de oraciones budistas) que les darán protección y bendiciones para los próximos años.
La casa de Dawa ha permanecido destruida después del terremoto. El 26 de mayo comenzamos a trabajar con él para hacer espacio y quitar todas las piedras. Encontrar la base de la casa es la forma de reconstruirla lentamente cuando tengan oportunidad y dinero para ello. También limpiamos y hacemos espacio en el interior de la lona que han colocado como refugio. Construimos una cocina acogedora donde estarán viviendo por el momento.
Hemos decidido unir esfuerzos para ayudar y apoyar a la familia de Dawa. Están planeando una casa de un piso, simple y pequeña, pero lo suficientemente grande como para albergar a 3 huéspedes y turistas; su único ingreso posible.
La calma tras la tormenta
Tras años de sudor y empeño, Dawa ha recuperado su encantador hostal de montaña. Además, colabora con Berta y otros guías locales en los itinerarios por el Parque Nacional de Langtang. Dawa es un espléndido guía con licencia y más de 20 años de experiencia. ¡Estamos orgullosos de contar con él!
Nepal es mucho más que montañas fascinantes. Es cultura, es tradición, es la historia de cientos de héroes como Dawa. La pasión por esta tierra te impregna tan pronto bajas del avión. En Manaslu Adventures queremos compartir esta magia contigo.
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Entra en nuestro programa del Gran Trek de Langtang y apúntalo en tu lista de aventuras pendientes. ¡Te esperamos!
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