1. Luca Innerkolfer al Monte Paterno (2.744 m)
Desde el refugio Auronzo, pasando por el refugio de Lavaredo subimos hasta la Vía Ferrata Luca Innerkofler del Monte Paterno (2.744m). La Vía es una sucesión de túneles que llegan hasta la Forzella de Camoscio, una imponente pared de roca que nos lleva a la cima. Gozamos de unas vistas privilegiadas de la imagen más icónica de las Dolomitas: Las Tres Cimas del Lavaredo.
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2. Sci Club 18 (2.123 m)
La siguiente ferrata es muy accesible por su cercanía con el famoso pueblo Cortina d’Ampezzo ¡pero no por ello menos exigente! Llegamos al inicio del circuito en funicular y empezamos un recorrido muy atlético, variado y expuesto con vistas inmejorables de los picos circundantes. Llegamos al pico Faloria, donde se encuentra el refugio que lleva el mismo nombre. Nos tomamos una cerveza para celebrar la hazaña.
3. Ettore Bovero al Col Rosa (2.166 m)
Subimos a pie hasta el paso Prosporpera (1.738m). Un poco más arriba comienza la vía ferrata. Ettore Bovero es un itinerario técnico y vertical que nos lleva hasta la cima del Col Rosa, a 2.166 m de altitud. Esta montaña nos regala preciosas panorámicas de los valles.
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4. Giuseppe Olivieri a la Punta Anna (2.737 m)
Seguimos al refugio Pomedes (2.303m) y comenzamos la ferrata Giuseppe Olivieri. Al sumar altitud, notamos como cada etapa se vuelve más desafiante que la anterior. Este circuito, también muy vertical, conduce a la cima de la Punta Anna, a 2.737 metros. Disfrutamos de esas formas rocosas, belleza indiscutible de las Dolomitas. Si hay niebla, parece que caminamos sobre las nubes.
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5. Lipella a la Tofana di Roces (3.225 m)
Desde el Paso di Falzarego, caminamos hasta el inicio de la Vía Ferrata Lipella. A la luz de los frontales descubrimos la Grotta di Tofana, una de tantas cuevas cavadas por los soldados italianos a principios del siglo pasado. Salimos otra vez y nos inunda la luz del sol. Las vistas son espectaculares. El circuito combina pasos verticales y recorridos con cable hasta la cumbre de la Tofana di Roces. Estamos a 3.225 metros de altura y el infinito valle verde contrasta con las montañas rocosas que lo perfilan. ¡Estamos sin palabras!
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6. Vía Ferrata de la Marmolada (3.343m)
Hoy nos espera la montaña más alta de las Dolomitas, la Marmolada y su pico de mayor altitud: La Punta Penia (3.343 m). Para llegar lo haremos atravesando la Via ferrata Klettersteig. La Marmolada está formada por una cresta que va de oeste a este. Hacia el sur se rompe repentinamente en acantilados abruptos, formando una cara de roca de varios kilómetros de largo. En la cara norte se encuentra el único glaciar de las Dolomitas, que cruzamos para hacer el retorno.
Vertiginoso, espectacular, el recorrido explota nuestra pasión por la montaña. Las eternas Dolomitas son un regalo de la naturaleza y nosotros, humildes montañeros, le damos las gracias por dejarnos disfrutarlo.
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