TREKKING AL CAMPO BASE DE EVEREST. LA LLEGADA
La llegada a Katmandú no podía ser más impactante y, a la vez, todos sentimos que hemos aterrizado en un lugar que se siente como un hogar.
Decenas de taxistas esperan a la salida del aeropuerto. Pero Manaslu Adventures nos viene a recoger entre la marabunta de gente y vemos por primera vez el ajetreo y a la vez la paz y serenidad de esta ciudad increíblemente hermosa y poderosa. Berta, que ha sido nuestra organizadora del trekking durante todos estos meses de planificación, nos viene a recoger con un kit esencial para visitar Katmandú (una bolsita nepalí para llevar lo esencial). Nos enseña la ciudad y los sitios más locales y especiales de cada parte de Katmandú. Absorbemos una cantidad de cultura y tradición que nos hace abrir mentes y corazones.
Todo está saliendo redondo, únicamente nos ocupamos de disfrutar de cada momento. Berta nos lleva a visitar el monasterio de Bouddhanath donde nos bendice un lama, y nos augura un buen trekking al Campo Base del Everest. Nos pone un hilo grueso amarillo atado alrededor de la muñeca. Es el amuleto que nos bendice y nos dará suerte en el camino. Ninguno de nosotros tiene la intención de quitárselo, estamos en Nepal, nos adentramos en la cultura y nos dejamos llevar por esta magia que nos ha encandilado a todos.
Disfrutamos de una deliciosa cena típica nepalí que nos ofrece el equipo de Manaslu Adventures. Es aquí cuando conocemos a nuestro guía, Nima, que acabará siendo uno más de nuestra familia, ¿o quizás nosotros de la suya?
FASE 2. LA SONRISA DEL LOCAL
Madrugón para ir al aeropuerto doméstico de Katmandú. Una experiencia única en la vida, que aconsejamos vivamente, es volar a Lukla (2800m). El vuelo no tiene precio. Durante los 35 minutos de vuelo obtenemos unas vistas de la cordillera del Himalaya privilegiadas. No hemos empezado el trekking y ya estamos con las cámaras fotografiando espectáculos de la naturaleza.
Nuestro trekking empieza en Lukla. Nos encontramos con nuestros porteadores, magníficos profesionales, fuertes y valientes, pero, sobretodo, con un corazón inmenso y una sonrisa permanente en la cara.
Nos maravillan las sonrisas de la gente local en la zona de Solukhumbu (región de Everest). La comunidad Sherpa es extremadamente amable, sencilla, hospitalaria y muy feliz. Nos transmiten una sensación superación, fuerza, bondad, generosidad y aceptación. Una de aquellas sensaciones que uno no puede describir con palabras, pero que dejan huella para siempre en los corazones.
Nima, nuestro guía, nos lleva a los lugares más recónditos y nos enseña el valle de Solukhumbu al estilo local. Nos sentimos muy libres y a gusto con nuestro itinerario. Especialmente cuando Nima nos muestra los caminos fuera de las masas, monumentos, escuelas locales, monasterios en los que entramos para disfrutar de las “pujas” (rezos y cánticos budistas), etc. No perdemos detalle de lo que ocurre a nuestro alrededor. Naturaleza y cultura se fusionan.
Nima nos enseña algunas palabras en nepalí, y nos sentimos integradísimos. Logramos pedir nuestra comida en nepalí, saludamos a los locales, y expresamos nuestra gratitud, no solo en nepalí, sino también en el idioma sherpa. Las caras de los Sherpas se llenan de alegría cuando los saludamos en su idioma; “Tashi Delek!, Tangbu?” (hola, como estás?).
FASE 3. MEDICINA DE ALTURA
Cuanta más altura ganamos más notamos la falta de oxígeno. Aun así, todos nos encontramos muy bien. Hemos hecho las paradas adecuadas durante todo el trayecto, en Namche Bazar y en Dingboche. Todos empezamos a notar que respiramos con más dificultad sobre todo a partir de Dingboche (4410m). Aun así, todo está dentro de lo normal.
Nima se ocupa de controlar cada día nuestro estado de salud y marca el ritmo del grupo de tal manera que todos nos sentimos muy bien aclimatados. Sobre todo, bebiendo cantidades ingentes de agua y te. En este tipo de trekking, si una cosa hemos aprendido es que nunca es demasiado cuando se trata de beber agua en altura. Y no podemos olvidarnos de la sopa de ajo, que, aunque no haya estudios que lo certifiquen, los locales nos enseñan que es la medicina de la altura. Y ciertamente lo es…
El día de aclimatación en Dingboche es espectacular. Subimos a lo que será el punto más alto de nuestro itinerario, 5616m, a un pequeño pico “Nangkar Tshang”. Nos envuelve una sensación indescriptible. Algo así como paz, serenidad, emoción… y una conexión con la naturaleza nunca jamás experimentada antes. Gigantes montañas nevadas Nos envuelven en una armonía que nos muestra la máxima humildad y nos rendimos ante tanta belleza.
Gorak Sherp es un mundo aparte. Estamos alojados a una hora del Campo Base de Everest. El terreno es rocoso, arenoso, blanco y nos encontramos con muchos bloques de hielo y el glaciar de Khumbu alrededor. Es aquí donde las expediciones se preparan para ascender a la cima del Everest (y de Lhotse, Nuptse, o Pumori entre otros), cada temporada. Nos abruman las historias que Nima y los locales nos cuentan a propósito de las hazañas de los Sherpas que preparan las vías en el “Ice Fall” (cascada de hielo, el famoso “pop corn”) el primer paso a superar para escalar el Everest. Los Sherpas son conocidos como los doctores del Ice Fall, ya que estos bloques de hielo se mueven a diario y los Sherpas preparan las cuerdas y escaleras para los alpinistas que suben.
Nuestra subida a Kala Pathar (5550m) no tiene palabras. Nos encantan las vistas de Everest. Está tan cerca que sentimos que podemos tocarlo.
Bajando hacia Lukla los días posteriores parece pan comido para todos. Tenemos tanta energía y estamos tan fuertes que superamos todas las jornadas como si fuéramos locales Sherpas. En Namche volvemos al alojamiento de la familia de Nima que nos acoge con una comida especial Sherpa fuera del menú. T-Momo (un pan hecho al vapor consistente en capas más o menos finas que vamos extrayendo para envolver el curry de verduras delicioso con la capa de pan. Nos deleitan con Somar, una salsa de queso con chili picante absolutamente excepcional.
No podemos creer que estemos en Lukla de nuevo. Estamos emocionados porque vamos a volar de nuevo y vamos a ver esas increíbles vistas de la cordillera del Himalaya. Contemplamos las vistas con una sonrisa y un sentimiento de agradecimiento. Lo que nos ha dado este país de la mano de Manaslu Adventures, nos lo llevamos en nuestro bolsillo de memorias y aprendizaje imborrables.
FASE 4. LA VUELTA
Cuesta conectar con nuestra rutina en casa. No podemos parar de pensar en lo maravilloso que ha sido conectar con nosotros mismos y con la naturaleza más espectacular. Conectar con los locales, y sobretodo con nuestro guía Nima y los porteadores Tenzing y Pemba, que nos han enseñado y dado tanto. No hay duda, volveremos al Himalaya de la mano de Manaslu Adventures. Se nota la profesionalidad, dedicación y conocimiento profundo del terreno.
Nos sentimos muy agradecidos de haber tenido una persona como Berta que nos ha guiado durante los meses previos al trekking y nos ha mostrado la cara real de Nepal. Berta lleva años semi viviendo en Nepal y conoce cada rincón de las montañas y cada detalle de la cultura. La información que proporciona da paz mental y sientes que todo está bajo
control cuando todavía no sabes qué te vas a encontrar. Una vez llegamos a Katmandú, todo fluye y todo está sincronizado para nuestro disfrute y aprendizaje.
Manaslu Adventures no se limita a hacer el trek típico y clásico, siempre te lleva un paso más allá. Se ocupa de que contactes con la cultura y la tradición; con las gentes locales y con la gastronomía; se ocupa de darte una experiencia un tanto alejada de las masas para que conectes con la naturaleza y contigo mismo.
Ha sido una experiencia única que no olvidaremos, volveremos a hacer trekking con nuestra familia en Nepal. Muchas gracias por darnos la experiencia de nuestras vidas.
Javi.
Tú también puedes conocer Nepal a lo grande. Elige un viaje y ¡vive la experiencia! → Todos los Trekkings en el Himalaya