Tres días de actividad en uno de los valles más impresionante del Pirineo Aragonés. Llegaron tarde al refugio Lucien Briet en la pequeña localidad de Torla, pero los días de estancia allí se caracterizaron por el trato amable de sus propietarios y sobretodo por la buena comida. Un sitio para repetir por supuesto.
El primer día el recorrido dejó ya sin palabras al grupo que disfrutó de una increíble jornada pasando por Nerín, el Cañon de Añisclo y la Faja Pardina un recorrido lleno de colorido y un gran número de cascadas que especialmente en estas fechas dejan brotar una gran cantidad de agua debido al deshielo. ¡Sin duda un espectáculo para la vista y también para las cámaras de fotos!
El segundo día se acercaron a la conocida Pradera de Ordesa y al Circo de Suaso para acabar la jornada en el conocido y siempre concurrido Refugio de Góriz.
El tercer día, uno de los más impresionantes de la travesía se caracterizó también por ser uno de los más técnicos con una ascensión al monte Tobacor, de 2800 metros de altitud, que les dio una panorámica del Valle espectacular. Tras este se dirigieron al a Pradera de Cotatuelo pasando por supuesto por el paso de las Clavijas de Cotatuelo, una parte del recorrido que en veranos suele ser muy transitada pero que a causa aun de la nieve no presento afluencia de gente, además el tercer y último día, antes de emprender el regreso a casa se caracterizó por la ausencia de gente en el camino, algo que es de agradecer cuando te escapas a uno de estos preciosos valles y necesitas desconectar del ajetreo de la vida en la ciudad.
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